Características [editar]

Anatomía externa de una araña.
c, prosoma (cefalotórax). a, opistosoma (abdomen). q, quelícero. p, pedipalpo. l
1 a l
4, patas locomotoras. h, hileras.
La anatomía de las arañas coincide a grandes rasgos con la de otros arácnidos, es decir, con el cuerpo dividido en dos regiones o
tagmas,
prosoma (o
cefalotórax) y
opistosoma (o
abdomen) y el mismo número y tipo de apéndices, es decir, un par de
quelíceros, un par de
pedipalpos y cuatro pares de patas locomotoras.
Dimensiones [editar]
Las arañas tienen longitudes corporales que oscilan entre los 0,5 mm y los 9,0 cm que alcanzan algunos migalomorfos tropicales, los cuales llegan a capturar pequeños pájaros; con las patas extendidas alguno de éstos puede sobrepasar los 25 cm. Durante el
Carbonífero superior y el
Pérmicoexistieron arañas de más de 50 cm.
3

Artejos de la pata de una araña:
1. Coxa. 2. Trocánter. 3. Fémur. 4. Patela. 5. Tibia. 6. Metatarso. 7. Tarso. 8. Pretarso (uñas).
Los seis pares de apéndices mencionados anteriormente se insertan en el
prosoma, así como los
ojos simples; en cara ventral se abre la
boca.
Los
quelíceros presentan una sola articulación, entre la base, muy abultada, y una uña distal generalmente pequeña (en el extremo), y habitualmente portan
glándulas venenosas. Cuando no se usa, la uña suele quedar más o menos protegida dentro de un surco del artejo basal.
Los
pedipalpos son semejantes a las patas, pero no se apoyan en el suelo, sino que los llevan levantados por delante del cuerpo. Los machos de muchas especies emplean los pedipalpos para cortejar a las hembras, en cuyo caso pueden ser grandes o vistosos, y también como aparato copulador, que introduce una bolsa de
esperma, el espermatóforo, en el cuerpo de la hembra.
Opistosoma [editar]
El opistosoma alberga en su extremo posterior glándulas sericígenas (productoras de seda) que se abren al exterior por unos pequeños mamelones llamados
hileras. En la parte inferior y anterior del opistosoma (o abdomen) se abren el
epigino (poro genital), los
pulmones en libro, cavidades respiratorias con pliegues internos laminares que, según los casos, son dos o cuatro, y/o los estigmas del
sistema traqueal.
Anatomía interna [editar]
Las arañas son animales depredadores que paralizan a sus presas con el
veneno de sus quelíceros. La mayoría de las arañas inyectan
enzimasdigestivas en la presa, realizando una
digestión externa, al menos parcial. Muchas mastican a la presa parcialmente con dientes que forman parte del artejo basal de los quelíceros. Ahí se localizan también comúnmente "pelos" que permiten en muchos casos filtrar eficazmente el alimento, separando las partículas sólidas del líquido.
Al principio del
tubo digestivo se sitúa una faringe o estómago de función suctora. Desde la mitad del prosoma y hasta el final del opistosoma se extiende el
intestino medio, dotado generalmente de divertículos, que en algunos casos se extienden incluso a las patas. La digestión química se realiza sólo parcialmente en la luz del intestino, siendo
fagocitadas partículas cuya digestión enzimática se completa de manera intracelular.
El
aparato circulatorio es de tipo abierto, como en todos los artrópodos, con un
corazón dorsal tubular situado en la parte dorsal anterior del opistosoma, en cuya superficie se marca su presencia por un surco cardíaco. Es posible en algunos casos percibir sus latidos, de 30 a 100 por minuto, más numerosos en las arañas más pequeñas. La
hemolinfa es bombeada al corazón desde una cavidad pericárdica y proyectada fuera de él con energía. La elevada presión se ha interpretado como signo de una función hidráulica, que podría jugar un papel en el movimiento de las patas. La presión se duplica durante la
muda. La hemolinfa, según es normal en los artrópodos, carece de células pigmentarias, pero no de pigmentos transportadores, que son en este caso
hemocianinas, de color azulado. La extensión de los vasos es limitada, y afecta, como es normal en sistemas abiertos, sobre todo a los órganos respiratorios.
Anatomía interna de una araña.
La
respiración se realiza por órganos internalizados, normal en animales de vida aérea, que en este caso son
pulmones en libro o
filotráqueas (a veces llamados tráqueas en libro), uno o dos pares que se abren en la parte mediana y ventral del opistosoma anterior. Tienen una estructura plegada, lo que multiplica la superficie de intercambio, y a través de ellos la hemolinfa circula canalizada por vasos. Muchas arañas tienen también un
sistema traqueal que no es
homólogo al de los
insectos.
Equipamiento sensorial [editar]

Cefalotórax de un
licósido, vista frontal que muestra la disposición de los ojos característica de la familia y los dos quelíceros, cada uno con su uña venenosa.
Como el resto de los quelicerados, carecen de
antenas, y usan los
pedipalpos como órganos táctiles y olfativos. La vista de las arañas es generalmente muy pobre, a pesar de tener hasta cuatro pares de
ojos simples denominados
ocelos, que en algunas
familias se reducen a tres pares o menos. La colocación, tamaño y color de los ojos son caracteres diagnósticos de las familias, es decir, permiten distinguir unas de otras. En unos pocos casos la visión es eficaz, y en los saltícidos (
Salticidae) es la mejor de todos los
invertebrados terrestres.
Todas las especies de araña producen
seda, material compuesto de
proteínas complejas, que utilizan para muy variadas funciones: cazar presas y envolverlas en ella; como adhesivo de otros materiales de construcción de túneles, trampillas, etc; como áreas de locomoción, así como otras muchas utilidades. Ciertas especies de arañas crean un largo hilo que les sirve de vela para ser arrastradas por el viento. Este fenómeno se conoce como
vuelo arácnido. En el extremo posterior del abdomen se encuentran las glándulas secretoras de seda denominadas
hileras, que producen un fluido que se solidifica al contacto con el aire (el fluido es una disolución concentrada de proteínas, cuya estructura se transforma justo antes de salir, convirtiéndose en una forma insoluble que rápidamente se deshidrata y constituye la fibra de seda).
Alimentación [editar]

Araña de la familia de las
Pholcidae junto a una presa capturada en la telaraña.
Las arañas son
depredadoras. Se alimentan de presas singulares que capturan activamente. Algunas producen una red (
telaraña) en la cual las presas caen por accidente, enredándose y pegándose en ella. En ese caso la araña, que permanece al acecho con las patas extendidas sobre la red, capta las vibraciones y se acerca a su presa. Otras arañas cazan al acecho, en el suelo o sobre la vegetación, detectando a sus presas por las vibraciones del sustrato o con sus ojos, como hacen los
licósidos y los
saltícidos. Las arañas no despedazan y tragan a sus presas, como hacen, por ejemplo, sus parientes los
solífugos, sino que les inyectan veneno con sus quelíceros mientras las sujetan con sus patas y sus pedipalpos. Una vez paralizadas por el veneno les inyectan jugos digestivos, que producen una digestión externa del animal dentro de sus propios tegumentos, sorbiendo a continuación la papilla resultante. Por eso se observa a las arañas permanecer inmóviles durante largo rato mientras sujetan su presa inmóvil.
Reproducción y desarrollo [editar]

Hembra de
Argiope sp. devorando al macho.
Siendo cazadoras solitarias, tienden a considerar una presa cualquier cosa que se mueva y tenga el tamaño apropiado. Los machos, generalmente más pequeños que las hembras, buscan a éstas activamente, cortejándolas con “danzas” elaboradas en las que el movimiento rítmico de los pedipalpos puede jugar un importante papel, en un intento por no ser devorados por las hembras. El ritual puede incluir el obsequio por el macho a la hembra de una presa envuelta en seda, lo que en algunas especies ha evolucionado hasta ser sólo un señuelo, la bolsa de seda, desprovisto de contenido. Cuando consigue la aproximación, el macho introduce un
espermatóforo en las vías sexuales de la hembra usando sus pedipalpos, que actúan como órganos copuladores. A pesar de la ritualización, es común que la hembra termine la relación devorando a su pareja.
Las arañas son artrópodos con metamorfosis simple, es decir, pasan por
ecdisis (mudas) sucesivas, y las arañas jóvenes se distinguen de las adultas únicamente por su menor tamaño y por ser sexualmente inmaduras.
Como depredadoras, las arañas suelen ocupar una posición terminal en las
cadenas tróficas. Desempeñan un papel importantísimo como depredadores: son las mayores consumidoras de insectos que hay en el planeta y contribuyen decisivamente en controlar su número.
Se encuentran en todos los
climas, incluso los fríos, poco favorables para los animales
poiquilotermos, y se cuentan entre los seres vivos registrados a mayores altitudes. Abundan por igual en ambientes secos y húmedos y algunas llevan una existencia acuática, como la eurasiática
Argyroneta aquatica, que llena su nido subacuático con una burbuja de aire, o la australiana
Megadolomedes australianus.
Comportamiento [editar]
La investigación del comportamiento (
Etología) de las arañas es un campo de gran riqueza. Aunque su capacidad de aprendizaje es modesta, según es regla en los artrópodos, hacen gala de una gran variedad y complejidad de comportamientos
instintivos (heredados), sobre todo en lo referente al cortejo y apareamiento y al cuidado parental. Es notable también la precisión con que algunas fabrican su red de caza.
El cuidado parental, la atención activa a la progenie, se ha observado en distintas arañas. Los
licósidos portan los huevos, encerrados o no en un capullo, y cuidan a los individuos juveniles hasta que estos alcanzan el desarrollo suficiente para capturar presas. Se conocen algunos casos de suicidio maternal, en los que las jóvenes arañas obtienen del cuerpo de su madre el primer alimento.
Algunas arañas, como el género cosmopolita
Argyrodes (familia
Theridiidae), son
cleptoparásitas, que roban a otras arañas sus presas, manteniéndose al acecho en sus telas. El cleptoparasitismo se ha observado en media docena de familias.
Las especies del género
Mycaria (familia
Gnaphosidae) practican el
mimetismo de las hormigas, no sólo por su aspecto, sino por sus actitudes, levantando las patas anteriores hasta la posición de unas antenas. Lo mismo hace
Sunpunna picta, que imita los movimientos de una
avispa.
Envenenamiento [editar]
Todas las arañas, salvo las de la familia
Uloboridae, son venenosas. En general son más venenosas las arañas que cazan activamente que las que capturan sus presas al acecho o por medio de una red. El producto que inyectan los quelíceros tiende a satisfacer dos propósitos: primero, la digestión externa de la presa, para que la araña absorba la papilla resultante; segundo, la inmovilización de las presas. Además, algunas arañas migalomorfas (
tarántulas americanas) portan haces urticantes, que producen irritación cuando se tocan y pueden dañar severamente áreas delicadas, como los ojos.
Como regla las arañas son demasiado pequeñas para atravesar la piel humana con sus quelíceros. De las que pueden hacerlo la mayoría producen efectos someros y locales, pero unas pocas especies pueden producir intoxicaciones sistémicas severas o
necrosis (muerte del
tejido) localizado pero extenso.
Las arañas más venenosas son las
australianas de los géneros
Atrax y
Hadronyche, unas 35 especies localmente conocidas como
arañas de embudo, por la forma de las entradas a las redes tubulares que fabrican. Los primates, incluidos los seres humanos, resultan ser excepcionalmente susceptibles al veneno de estas arañas, que en otros mamíferos producen efectos leves. Se trata de migalomorfos grandes que producen
polipéptidosneurotóxicos. La incidencia del envenenamiento, que responde bien al
antídoto, es pequeña y llegaron a registrarse 26 muertes en Australia antes de que se desarrollara el suero específico en 1981
[cita requerida].
Hay dos grupos de arañas pequeñas cuyo veneno es menos potente, pero que por ser más comunes originan más casos de envenenamiento. Se trata de las
viudas negras, del género
Latrodectus, y de las “arañas pardas”, del género
Loxosceles.
El
latrodectismo es la intoxicación por viudas negras, especies del cosmopolita género
Latrodectus (familia
Theridiidae), cuyas especies más notables son
Latrodectus mactans, en
Norteamérica,
L. tredecimguttatus, en el
Mediterráneo,
L. hasselti, en
Australia y
L. geometricus, en
África meridional. Las arañas de este género se encuentran en rincones oscuros de todas las latitudes. Las hembras, más grandes que los machos y más venenosas, devoran a éstos durante el apareamiento. No son agresivas, sino que huyen, lo que hace la mordedura muy circunstancial. Existen
antídotos eficaces contra esta mordedura. El principio activo del veneno que produce los efectos graves es un
neurotóxico llamado α-
latrotoxina. Los efectos locales aparecen al cabo de un rato en forma de dolor y se prolongan de 3 a 7 días, pero sólo en un tercio de los casos llega a haber efectos sistémicos (que afecten al conjunto del organismo) y las muertes son muy esporádicas.
El
loxoscelismo es la intoxicación por “arañas pardas” de la familia loxosceles, de las que existen muchas especies. Estas arañas tejen redes desordenadas en rincones, también dentro de las casas. Son más activas durante la noche y nada agresivas, mordiendo sobre todo cuando se encuentran atrapadas entre las ropas de cama o los vestidos. El veneno de
Loxosceles es
proteolítico, y produce una
necrosis local que puede extenderse y tarda en cicatrizar. Efectos sistémicos sólo se producen de manera muy excepcional y las muertes confirmadas son rarísimas. No existen antídotos eficaces. Efectos del mismo tipo, pero generalmente más suaves, se han observado en caso de mordedura por diversas arañas, como las arañas tigre del género
Argiope, las
tarántulas verdaderas del género
Lycosa o las pequeñas arañas domésticas del género
Tegenaria.
Otro género implicado en envenenamientos serios es
Phoneutria, que incluye arañas
sudamericanas de hábitos nocturnos, grandes y agresivas, que producen un veneno neurotóxico. Esta araña, llamada popularmente "araña del banano", suele permanecer en los tallos de las
bananeras, con lo que pueden alcanzar otros países viajando como polizones en los
plátanos que algunos barcos llevan como mercancía. Los síntomas son severos en muchos casos, pero la muerte es un resultado excepcional.
Evolución de las arañas [editar]
Formas primitivas [editar]
Los primeros
arácnidos similares a arañas son los del orden
Trigonotarbida, que se encuentran entre los primeros artrópodos que poblaron la tierra firme. Al igual que las arañas, los trigonotárbidos eran terrestres, respiraban mediante
pulmones en libro y poseían ocho
patas. Sin embargo no eran verdaderamente arañas, ni siquiera ancestros de ellas; representan una línea evolutiva separada tempranamente del resto de los arácnidos, pero muy similar a las actuales arañas.
Arañas verdaderas [editar]
Las arañas propiamente dichas, son las que poseen una cintura estrecha que une el
prosoma (o
cefalotórax) y el
opistosoma (o
abdomen); evolucionaron hace aproximadamente 400 millones de años. Tenían segmentación abdominal y órganos que secretan
seda, llamados
hileras. El fósil más antiguo encontrado con una especie de estas características data de 380 millones de años atrás, del periodo
Devónico, y se conoce como
Attercopus fimbriungus. Este espécimen es el taxón hermano a todas las arañas vivas ya que posee hileras y la misma unión de
rótula-
tibia en las patas.
La mayoría de los primeros fósiles de arañas pertenecen al
suborden Mesothelae. Este es un grupo de arañas primitivas que poseen las hileras bajo la mitad del
opistosoma, a diferencia del resto de las arañas que las poseen al final. Eran seguramente predadores terrestres, que habitaron a mediados del
Paleozoico. Los hilos de seda estas arañas, se usaban seguramente solo para proteger los huevos y forrar las madrigueras.
A medida que la vida se fue diversificando, también lo hizo el uso del hilo de las arañas. Las arañas con las hileras al final del abdomen,
Mygalomorphae y
Araneomorphae, aparecieron hace más de 250 millones de años, posiblemente junto con el uso de las
telas de araña para la captura de presas, tanto en tierra como en el follaje. El migalomorfo más antiguo,
Rosamygale, fue descrito del
Triásico de
Francia y pertenece a la familia moderna
Hexathelidae.
Megarachne servinei, del periodo
Pérmico-
Carbonífero, se creyó por algún tiempo que era un migalomorfo gigante, con 34 cm de largo y 50 cm de envergadura de patas, haciéndola por tanto la araña más grande que haya poblado la Tierra; pero un estudio más detallado reveló que se trataba de un escorpión marino (
Eurypterida).
4
Para el
Jurásico, ya se habían desarrollado las sofisticadas redes aéreas de la familia
Araneidae. Una tela de araña conservada en
ámbar en perfecto estado, de hace 110 millones de años atrás, da cuenta de este tipo de telarañas. Información genética adicional sugiere, a través de un estudio del gen que provoca